Es cierto que el estilo, los colores, el material de un edificio no
influyen en las funciones que se van a desempeñar dentro de él. Pero
la belleza de este hace sentir más a gusto a los que lo frecuentan
todos los días, además de cautivar e incitar a visitarlo a los que
todavía no lo conocían.
El edificio de la foto es Palacio Episcopal de Gaudí, situado en Astorga.
Marta González Yuste
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